El que yo sea un poco friki, incluso entre mis amigos no es algo nuevo. Procuro no dar mucho por saco con mis frikadas. Una de ellas es el Esperanto y me retengo mucho de hacer apología hasta volverme cansino. Sin embargo, cuando sale la conversación les hablo de esa lengua. En esas ocasiones aparece siempre el concepto utilidad. La utilidad es un concepto que nuestra sociedad ha prostituido, pues útil es aquello que proporciona dinero de forma inmediata, no lo que expande la mente, proporciona satisfacción, permite comunicarse entre individuos de distintas culturas e interactuar con ellos de una forma libre, igualitaria y sencilla.
Una respuesta habitual sobre la utilidad del Esperanto es su valor propedéutico, el que prepara la mente para admitir el aprendizaje de otras lenguas diferentes a la nativa facilitándolas. Algo que cuando lo explicas la respuesta habitual es una levantada de ceja (entiéndase correcto el uso del singular en ceja). Bueno, pues hoy señalo un vídeo de una experiencia sobre el uso de ese valor propedéutico del que tanto nos gusta a los esperantistas hablar.
La diferencia con el común de los profesores de lenguas es que Tim Morely piensa que todos los estudiantes pueden aprender. En esta charla, postula que este lenguaje artificial puede preparar al niño para una vida de aprendizaje de idiomas. Un profesor de francés e inglés en el Reino Unido con una visión diferente de cómo enseñar idiomas.
