Permíteme darte la bienvenida a mi blog. Espero que encuentres interesante algo de lo que aquí hay, o te sea útil o te sea aprovechable. Siéntete libre de comentar.
El lenguaje
Puedes observar que en la bienvenida he utilizado el masculino plural (genérico en castellano) para intentar englobar a todo el que entre. No es por ningún motivo especial, podría haber utilizado otras fórmulas:
- Redactar el título de una manera neutra del estilo: ¡Os doy la bienvenida! o cualquier por el estilo. Pero esa expresión pierde quizá fuerza al alargarse más allá de lo estrictamente necesario.
- Podía haber utilizado el formato en singular de la Internet: ¡Bienvenid@!. Particularmente, esto me parece una solución horrible y en ese caso el ofendido sería yo -y el que como yo prefiera un uso del lenguaje correcto y educado-.
- Otra solución sería haber dado la bienvenida en femenino: ¡Bienvenida! pero eso excluiría a los varones que por aquí puedan aparecer.
- La última que se me ocurre que podría haber utilizado es la repetición: ¡Bienvenidos y bienvenidas! que es una forma de intentar salir del paso, dándole la bienvenida dos veces a las féminas, pues como ya he dicho antes, el masculino plural en castellano incluye a todos, sin distinción de número o género.
El tema de la lingüística no es algo que me preocupe especialmente, pero ya que tengo la intención de escribir algo en el blog todos -o casi todos- los días. El lenguaje intentaré que sea lo más correcto posible. Si encuentras algún error, seguramente no será intencional, sino debido a mi corto entendimiento.
La paridad lingüística no es un tema que me preocupe especialmente. Teniendo en cuenta que me ha costado algún sin sabor, dejé de prestarle atención hace tiempo. Si la curiosidad por qué tipo de sinsabores puede procurar la paridad lingüística te contaré una anécdota:
Un día estando tranquilamente en casa, mi mujer regresó del trabajo. Venía contenta y su marido (yo) había preparado una suculenta comida. Al entrar por la puerta dijo: «¡Hola bombón!» y yo llevado por aquello de la paridad lingüística respondí: «¡Hola bombona!» y ahí se torció lo que podría haber sido una buena tarde. Incluso fue necesaria una semana de dormir en el sofá para aplacar la furia generada por la dichosa paridad lingüística.
Sobre la fotografía
En la anterior web se utilizaba ésta imagen como cabecera del sitio. La añado aquí como una anotación para justificar la redacción de estos párrafos.
En la cabecera del sitio, podéis ver una fotografía. He de admitir que no soy el autor de dicha fotografía, pues aparezco en ella junto al fiel Lobi, animal que toda mi familia tiene en la memoria como excepcional amigo y compañero y al que recordamos de cuando en cuando contando anécdotas y/o grandes hechos de ese ser inteligente y leal que se ganó nuestros corazones devolviendo multiplicado todo el afecto que le tuvimos.
Esa fotografía es uno de los primeros recuerdos que tengo de mi vida. Recuerdo situarme junto al perro en el exuberante -casi selvático- patio de la castellano-manchega casa de mi Toto Juan y mi Tía Benita. Recuerdo que de los presentes, al único que obedecía el perro sin dudarlo era yo y para que posara el animal, debían contar con mi colaboración haciéndole sentarse, o echarse o ponerse en pie, según fuera el caso. Recuerdo eso y no, como me contaron mi madre y mi tía Benita, que el fotógrafo tuviera que tomarla desde la ventana de la cocina porque yo le azuzara al animal, que se fue hacia él enseñando una buena y cuidada dentición. Nunca me ha gustado hacerme fotos, desde pequeño ya lo apuntaba, parece, por lo que me cuentan desde la más tierna infancia.
Por toda la Internet, suelo utilizar una fotografía que tomé de otro magnífico animal y algunos la tendréis ya asociada al nombre de Notxor. Ese animal, de nombre Kant, fue miembro de mi familia durante once años. Un soberbio malamute, fuerte, dominante y cariñoso. Ejerció de hermano mayor de mi hija haciendo lo que los hermanos mayores hacen: pasar de los pequeños todo lo que pueden y quejarse ante los padres de lo que hacen los enanos, pero defendiéndolos cuando es preciso. Estuve también tentado de utilizarla aquí, pero siendo ésto un blog personal, la costumbre es utilizar una fotografía del autor y por todo esto la dejo momentáneamente por una en la que yo aparezco.